A medida que se acerca el día de las elecciones de 2024, el expresidente Donald Trump sigue firme en su decisión de no hacer públicas sus declaraciones de impuestos, una práctica que ha sido estándar para los candidatos presidenciales durante casi medio siglo. Esta decisión contrasta marcadamente con la transparencia mostrada por su oponente demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, quien ha publicado 20 años de sus declaraciones fiscales.
Una Tradición Rota y Nuevas Controversias
Desde su primera campaña presidencial en 2016, Trump ha rechazado la divulgación de sus declaraciones de impuestos, argumentando en su momento que estaba bajo auditoría del Servicio de Impuestos Internos (IRS). Sin embargo, este argumento ha sido objeto de críticas y sospechas, especialmente después de que una filtración al New York Times en 2020 revelara años de pérdidas financieras significativas, desafiando la imagen de éxito financiero que Trump ha cultivado.
Más recientemente, en mayo de 2024, una investigación de The New York Times y ProPublica reveló que Trump podría deber más de 100 millones de dólares al IRS debido a deducciones fiscales controvertidas y la falta de declaración de ciertas deudas perdonadas como ingresos. Estos hallazgos han renovado las demandas de transparencia en torno a sus…