En un contexto de crecientes debates sobre el impuesto extraordinario que el gobierno español quiere hacer permanente para las empresas energéticas, se ha comenzado a discutir la posibilidad de exenciones para las compañías que apuestan por energías renovables. Fuentes cercanas a las negociaciones en el Congreso de los Diputados han señalado que esta opción está ganando fuerza entre los partidos políticos, quienes buscan encontrar un equilibrio entre la recaudación fiscal y el impulso a las energías limpias.
El impuesto extraordinario a las energéticas, que actualmente grava un 1.2% de los beneficios de las grandes empresas del sector, podría continuar afectando a compañías como Iberdrola, Repsol, Naturgy, Endesa y Cepsa, pero con exenciones o reducciones en función de su inversión en energías verdes. Aquellas que demuestren una mayor proporción de energía renovable en su producción anual podrían beneficiarse de una reducción en el impuesto, mientras que las empresas más dependientes de combustibles fósiles seguirían enfrentando el gravamen completo.
Entre las propuestas está la de permitir que empresas con un fuerte componente de energías limpias paguen menos o incluso queden exentas del impuesto. Esto no solo beneficiaría a Iberdrola, que tiene una gran apuesta por la energía eólica…