Durante su sexto informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó una encuesta a mano alzada en el Zócalo de la Ciudad de México para conocer la opinión de los asistentes sobre su propuesta de elección popular de jueces, magistrados y ministros. Este ejercicio improvisado fue parte de un esfuerzo por destacar la importancia de su iniciativa para reformar el Poder Judicial.
López Obrador afirmó que la elección de los funcionarios judiciales debe estar en manos del pueblo para asegurar que sirvan a los intereses de la sociedad y no a intereses privados o de delincuencia organizada. El presidente argumentó que su propuesta es una respuesta a las prácticas corruptas e influencias indebidas que, según él, prevalecen en el Poder Judicial.
El mandatario lanzó preguntas directas a la audiencia, como: "¿Ustedes qué prefieren: que a los ministros los elija el presidente y senadores o que los elija el pueblo?". La mayoría de los presentes levantaron la mano en apoyo a la idea de que el pueblo debe tener un papel directo en la elección de los representantes judiciales.
La reacción del público también incluyó gritos de “Fuera Piña”, en referencia a la ministra presidenta de la Suprema Corte…
Sería un gran error esa Reforma.