Durante la próxima cumbre de la APEC en Perú, la creciente influencia de China en Sudamérica se hará evidente. El presidente chino Xi Jinping asistirá al foro y marcará la inauguración de un megapuerto en Chancay, construido por Cosco Shipping, una estatal china. Esta inversión en infraestructura es un reflejo de cómo China ha desplazado a Estados Unidos como socio comercial clave para muchos países sudamericanos, especialmente en sectores estratégicos como el cobre, la soja, el litio y otros recursos naturales.
La relación comercial de China con países como Brasil, Chile y Argentina ha crecido exponencialmente, fortaleciendo la posición de Pekín en una región tradicionalmente influenciada por Washington. Este cambio se ha acelerado en la última década, primero bajo la administración de Donald Trump y su política de "América Primero" y, posteriormente, bajo Joe Biden. El enfoque introspectivo de ambas administraciones ha permitido que China avance en el fortalecimiento de relaciones económicas en América Latina.
Analistas como Eric Farnsworth, del Consejo de las Américas, consideran que el avance de China en Sudamérica es decisivo y que, sin una política económica renovada y efectiva por parte de Estados Unidos, la región continuará inclinándose hacia los intereses chinos. Este cambio ha sido impulsado no solo por la demanda de recursos, sino también por inversiones estratégicas de China en infraestructura, como el megapuerto de Chancay. Este puerto, ubicado cerca de Lima, acortará significativamente las rutas comerciales hacia Asia para productos de Perú y Brasil, lo cual beneficia especialmente a los exportadores de soja y otros productos agrícolas de la región.
Desde el punto de vista geopolítico, este nuevo puerto de Chancay representa un desafío para Estados Unidos, ya que desplaza a sus puertos en México y Estados Unidos como principales puntos de salida en el Pacífico para…