La regulación de los trabajadores de plataformas digitales en México se ha convertido en un tema controvertido, especialmente en lo que respecta a la flexibilidad laboral que caracteriza este sector. La presidenta Claudia Sheinbaum ha propuesto reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT) para ofrecer derechos laborales a los trabajadores de aplicaciones, pero el enfoque actual subordinaría a estos empleados a un esquema tradicional, eliminando aspectos de flexibilidad que son clave para muchos de ellos.
En México, aproximadamente 2.5 millones de personas dependen de estas plataformas como fuente de ingresos, aunque el Servicio de Administración Tributaria (SAT) solo reconoce oficialmente a 658 mil de estos trabajadores. Un estudio de Buendía & Márquez para Alianza In México —una asociación conformada por plataformas como Cabify, DiDi, Rappi y Uber— destaca el impacto que esta regulación podría tener en los ingresos y la independencia de los trabajadores de aplicaciones.
El pasado 30 de octubre, en protesta frente a la Cámara de Diputados, trabajadores de este sector expresaron su rechazo al esquema propuesto. Algunos empleados argumentan que su decisión de trabajar en plataformas digitales se basa en la libertad de horario, la posibilidad de multiconexión y la libertad de conexión geográfica. Estos elementos están establecidos en el "Manifiesto de piso mínimo de las trabajadoras y trabajadores de plataformas digitales" y en el "Decálogo: Principios para la creación de un nuevo marco regulatorio de la economía colaborativa en México", documentos que respaldan el modelo flexible de trabajo.
Por su parte, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la propuesta del PT en el Senado coinciden en que la flexibilidad laboral no debe impedir el acceso a derechos fundamentales, como la seguridad social. La propuesta de la STPS establece que las plataformas deben considerar a los trabajadores como empleados, con obligaciones como el…