El fraude fiscal es una violación grave a las leyes tributarias en México, representando un desafío significativo para la administración tributaria del país. Este delito implica la evasión deliberada del pago de impuestos mediante prácticas ilegales como la falsificación de documentos, la omisión de ingresos y el uso de facturas falsas. Según el Código Penal Federal, el fraude lesiona a las personas en su patrimonio, siendo cometido por cualquier persona que engañe a otra o se aproveche del error en que esta se encuentra para obtener un lucro indebido.
El fraude fiscal es tipificado tanto en el Código Penal Federal como en los códigos penales de las entidades federativas, con variaciones en la descripción del fraude y de los tipos penales equiparados al fraude. Los elementos esenciales del fraude incluyen el engaño o el aprovechamiento del error para hacerse de un bien o derecho u obtener un lucro indebido.
Las sanciones por fraude fiscal varían según el valor de lo defraudado, con penas que van desde tres meses hasta nueve años de prisión, además de multas significativas. Por ejemplo, el fraude menor a $1,934,400 pesos se castiga con prisión de tres meses a dos años, mientras que el fraude superior a $2,901,600 pesos puede conllevar penas de tres a nueve años de prisión.
Diversas formas de fraude están tipificadas, incluyendo el fraude de defensores o patrones en asuntos civiles o administrativos, el fraude de disposición indebida, y el fraude por medio de títulos ficticios o no pagaderos. El fraude contra establecimientos comerciales ocurre cuando alguien recibe un servicio sin pagar, mientras que el fraude de compraventa al contado se presenta cuando una persona recibe una cosa mueble ofreciendo pagar su precio al contado y rehúsa después de recibirla, hacer el pago o devolver la cosa.
El fraude de doble venta…