En México, la mayoría de las familias no están preparadas para enfrentar los costos asociados con la muerte, lo que representa un desafío financiero considerable. Aunque la muerte es una certeza inevitable, pocos mexicanos toman medidas para prepararse financieramente para este evento, lo que genera una presión adicional en momentos de duelo. En situaciones donde se requiere un servicio funerario de manera inmediata, el pago debe realizarse en una sola exhibición, y el costo puede aumentar hasta un 30% en comparación con aquellos casos donde se ha planificado con anticipación.
Este fenómeno es particularmente preocupante en un país donde las festividades como el Día de Muertos son ampliamente celebradas, pero donde la planificación para el final de la vida sigue siendo un tema tabú. A nivel nacional, existe una infraestructura significativa en el sector funerario, con aproximadamente 5,000 funerarias operando en el país y un mercado valorado en alrededor de 15 mil millones de pesos. Sin embargo, a pesar de esta presencia, solo una pequeña fracción de las familias mexicanas cuenta con un plan de previsión funeraria que podría mitigar los costos y el estrés asociados con la muerte.
El impacto de esta falta de previsión es evidente cuando se…