El presidente colombiano Gustavo Petro ha solicitado la renuncia del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en un momento marcado por denuncias de presuntas irregularidades que involucran a Nicolás Alcocer, hijo adoptivo del mandatario, y a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol. Según Petro, la decisión no obedece a la culpabilidad de Bonilla, sino a presiones externas que buscan desestabilizar a su gobierno.
En una publicación en la plataforma X, Petro destacó la labor de Bonilla como un economista brillante y honesto que sacó a Colombia de la recesión tras el gobierno de Iván Duque. Sin embargo, sugirió que Bonilla cayó en una supuesta trampa similar a la enfrentada por el gobierno de izquierda en Grecia. Petro comparó su situación con la de Yanis Varoufakis, quien renunció para evitar comprometerse con políticas contrarias a sus ideales, mientras que Alexis Tsipras optó por negociaciones que, según Petro, perjudicaron su integridad política.
El mandatario enfatizó que Bonilla habría actuado con ingenuidad al confiar en funcionarios ligados a anteriores administraciones, quienes, según él, sabotearon aspectos clave de su política fiscal. Aunque Petro no mencionó explícitamente la reciente denuncia de Bonilla a la Fiscalía, las declaraciones giran en torno a las críticas y presiones recibidas.
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