La Vigilancia Profunda del SAT es un procedimiento implementado por el Servicio de Administración Tributaria con el fin de identificar y corregir inconsistencias o discrepancias en las declaraciones fiscales de los contribuyentes. Este programa, sustentado en el artículo 33 del Código Fiscal de la Federación (CFF), exhorta a los contribuyentes a autocorregirse de manera voluntaria cuando se detecten diferencias entre los datos proporcionados y la información que maneja el SAT en sus bases de datos.
La Vigilancia Profunda utiliza herramientas tecnológicas avanzadas, como big data y sistemas de inteligencia artificial, para analizar grandes volúmenes de información y detectar omisiones o errores en las declaraciones. Estas revisiones no solo abarcan los datos proporcionados por los contribuyentes en sus declaraciones, sino también los CFDI emitidos y recibidos, así como otros datos disponibles en instituciones como el IMSS, INFONAVIT y entidades bancarias.
Aunque no se considera un ejercicio de facultades de comprobación, este tipo de revisión permite al SAT identificar inconsistencias como diferencias entre los ingresos declarados y los facturados, así como deducciones mal aplicadas. Asistir a las entrevistas de Vigilancia Profunda, aunque no es obligatorio, es recomendable, ya que brinda a los contribuyentes la oportunidad de corregir errores antes de que se apliquen sanciones o créditos fiscales.
El artículo 33 del CFF establece que el SAT puede emitir invitaciones a los contribuyentes para que se presenten en las oficinas del SAT o se conecten a una sesión en línea para discutir las diferencias detectadas. En caso de inconsistencias, el contribuyente tiene la opción de regularizar su situación fiscal en un plazo de 10 días hábiles después de la entrevista. Aunque la Vigilancia Profunda no implica multas inmediatas, ignorar una invitación puede llevar a una revisión más exhaustiva por parte de la autoridad fiscal en el futuro.
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