Ajuste Anual por Inflación: Cómo Funciona y Su Impacto en la Determinación de Impuestos

El ajuste anual por inflación, regulado en el Artículo 44 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), tiene como objetivo equilibrar la pérdida de poder adquisitivo en los créditos y deudas de los contribuyentes debido al impacto inflacionario. Este mecanismo es esencial para determinar correctamente la base gravable en el cálculo del ISR empresarial y evitar distorsiones en la información financiera reportada ante la autoridad fiscal.

El cálculo del ajuste anual por inflación se basa en la diferencia entre los saldos promedio anual de créditos y deudas. Si el saldo promedio de deudas es mayor al de créditos, se genera un ingreso acumulable, mientras que si los créditos superan a las deudas, se produce una deducción autorizada.

El Artículo 44 de la LISR establece que deben considerarse dentro del saldo promedio anual de deudas aquellas obligaciones en numerario, es decir, aquellas que representen compromisos de pago en efectivo. Entre los conceptos que integran dicho saldo se encuentran impuestos por pagar, sueldos pendientes de pago y participaciones en utilidades no entregadas. Si una empresa mantiene pasivos financieros sin liquidar dentro del ejercicio fiscal, el valor real de estas deudas se reduce debido al efecto inflacionario, generando una ventaja contable que la autoridad fiscal busca neutralizar mediante este ajuste.

Para la verificación del ajuste por inflación, el SAT tiene la facultad de auditar los registros contables de los contribuyentes. Si la autoridad detecta discrepancias en los saldos reportados, puede modificar el cálculo del ajuste anual por inflación, lo que podría derivar en obligaciones fiscales adicionales.

Un ejemplo común se da cuando una empresa reporta $500,000 en sueldos por pagar, pero la auditoría del SAT encuentra una omisión de $200,000 en nóminas no registradas. En este caso, la autoridad fiscal podría incrementar el saldo promedio de deudas a $700,000, alterando el resultado del ajuste anual por inflación y afectando la carga fiscal de la empresa.

Para evitar problemas con la determinación del ajuste anual por inflación, es fundamental que las empresas mantengan documentación contable precisa y sustentable. Si un contribuyente discrepa con el ajuste realizado por el SAT, no basta con negarlo, sino que debe demostrar con evidencia contable y documental la veracidad de los montos reportados.

La Sentencia 23456/2023 del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) establece que el contribuyente no puede limitarse a negar la determinación de la autoridad, sino que debe aportar pruebas contundentes que respalden su postura. En este sentido, contar con contratos laborales, recibos de nómina, registros contables detallados y referencias normativas es clave para defender la posición fiscal de la empresa ante una revisión del SAT.

Para aplicar correctamente el ajuste anual por inflación y evitar problemas fiscales, se recomienda:

Mantener registros contables detallados, asegurando que todas las deudas e impuestos se encuentren documentados con precisión.

Anticipar auditorías del SAT, preparando la documentación necesaria para justificar los saldos reportados en el ajuste por inflación.

Consultar a especialistas fiscales, ya que la correcta interpretación del Artículo 44 de la LISR puede marcar la diferencia en la determinación de impuestos y evitar discrepancias con la autoridad fiscal.

El ajuste anual por inflación no es un simple procedimiento contable, sino un factor clave en la planeación fiscal de las empresas. Su correcta aplicación garantiza el cumplimiento normativo y evita sanciones o ajustes inesperados por parte del SAT.