Cada ejercicio fiscal abre nuevamente el debate sobre si conviene más presentar la Información sobre Situación Fiscal (ISSIF) o el Dictamen Fiscal. Ambas obligaciones tienen implicaciones distintas en términos de cumplimiento, fiscalización, costos y beneficios. Es importante recordar que la decisión debe tomarse con base en un análisis integral del perfil del contribuyente, considerando también los tiempos, obligaciones adicionales y el grado de control que se desea mantener.
El ISSIF es una declaración anexa a la Declaración Anual, cuya presentación está obligada para contribuyentes que hayan tenido ingresos acumulables en 2023 superiores a 1,017 millones de pesos, o bien, si realizaron operaciones con residentes en el extranjero por un monto superior a 100 millones de pesos. Además, si se es parte relacionada de una empresa obligada a dictamen fiscal, también se está forzado a presentar la ISSIF.
En cambio, el Dictamen Fiscal puede ser opcional o obligatorio dependiendo de ciertos umbrales. Son obligados los contribuyentes que cotizan en bolsa y otros casos específicos. En general, puede optarse por el dictamen cuando se hayan tenido ingresos superiores a 158 millones de pesos y activos por más de 125 millones de pesos, o bien un promedio anual de…