El coeficiente de utilidad es un indicador clave utilizado para estimar los impuestos que una empresa debe pagar durante el año. Se calcula dividiendo la utilidad fiscal entre los ingresos nominales, y este valor es utilizado para proyectar los pagos provisionales del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Sin embargo, en ciertas circunstancias, el cálculo puede generar resultados irracionales, como un coeficiente infinito o un valor mayor al 100%, lo que conlleva consecuencias fiscales inesperadas.
Un coeficiente infinito ocurre cuando una empresa no tiene ingresos nominales, pero sí registra una utilidad fiscal, generalmente por ajustes inflacionarios o ingresos acumulables sin una contraparte en ingresos nominales. Al intentar dividir entre cero, el resultado matemático es indefinido, creando un problema en la determinación del coeficiente. Por otro lado, un coeficiente mayor al 100% se presenta cuando los ingresos nominales son considerablemente bajos en comparación con la utilidad fiscal, lo que provoca un resultado desproporcionado. Esto puede generar pagos provisionales excesivos que no reflejan la realidad financiera de la empresa.
Actualmente, la legislación fiscal no ofrece una solución directa para estos casos, lo que deja a las empresas en una posición de vulnerabilidad. Enfrentarse a un coeficiente de utilidad irreal requiere una evaluación…